martes, 29 de octubre de 2013

Geolocalización entre los edificios

Geolocalización entre los edificios
Los GPS pierden precisión o dejan de funcionar en zonas con edificios altos. Alex Lines
La localización por satélite funciona muy bien a cielo abierto, pero su calidad se degrada en cuanto el usuario entra en una zona de edificios altos. Locata, una compañía australiana, trabaja en el desarrollo de una tecnología que remedia este problema y permitir un posicionamiento urbano mucho más preciso.
Los receptores GPS calculan su posición a partir de las señales que reciben de una red de satélites. Dentro de una ciudad estas señales rebotan entre los edificios, y llegan al dispositivo del usuario con retraso, lo que empeora los resultados o, sencillamente, hace imposible su uso. Locata trabaja en una antena capaz de distinguir los mensajes que llegan rebotados de los que llegan directamente de los satélites, y filtrarlos.
Según informa MIT Technology Review, las fuerzas aéreas estadounidenses ya estudian el dispositivo y analizan sus capacidades y su viabilidad en vehículos y aeronaves no tripulados. La antena es grande como un balón, por lo que, al menos de momento, su destino será el ámbito militar. Aun así, es relativamente habitual que las tecnologías de posicionamiento lleguen a la sociedad civil de forma comercial.
La antena desarrollada por Locata es una esfera compuesta por 80 elementos diferentes. Estos se activan y desactivan de manera secuencial, en cuestión de milisegundos, para captar las señales GPS y poder determinar tanto su intensidad como la dirección desde la que vienen. Con esta información pueden saber si es una señal rebotada –y descartarla– o directa.
Aun así, explica Technology Review, la compañía responsable de su desarrollo deja en manos de los militares su aplicación en ese ámbito. Ellos están centrados en integrarla con un sistema de balizas en tierra que permitan mejorar la precisión de los GPS hasta unos pocos centímetros.

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